REDACCIÓN DIGITAL.- Cada víspera de Navidad, cientos de personas de todo el mundo se agolpan en el exterior de una capilla de forma octogonal en la pequeña ciudad de Oberndorf, Austria, para cantar juntos uno de los villancicos más conocidos del mundo: Noche de Paz, o en inglés, Silent Night.
En mitad de la noche cerrada de diciembre, dos hombres, uno de ellos tocando la guitarra, se paran frente a la pequeña capilla y cantan, en alemán, Stille Nacht, Heilige Nacht, como la primera vez que se interpretó la canción la víspera de Navidad en 1818.
Y luego todo el coro, bien abrigado para protegerse del frío, repite la canción en varios idiomas.
Es una escena especialmente conmovedora en estas vacaciones, porque este 24 de diciembre se cumplen 200 años de los humildes orígenes de la canción en Oberndorf.
El bicentenario de Silent Night se celebra en Oberndorf y otras aldeas de la provincia de Salzburgo estas Navidades con exposiciones en pequeños museos que exploran los orígenes de la canción y las vidas de los dos hombres detrás de su creación: el sacerdote Joseph Mohr y el organista Franz Xaver Gruber.
Durante los dos últimos siglos, Noche de Paz se ha convertido en un fenómeno cultural, un elemento esencial de las canciones navideñas en todas las partes del mundo.
La canción se ha traducido a más de 300 idiomas y dialectos, incluido el latín, y en 2011 se agregó a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.
A lo largo de décadas, ha sido grabada por innumerables cantantes, desde Bing Crosby hasta Mariah Carey. Y aunque fugazmente, la canción ha inspirado incluso la paz.
En la víspera de Navidad en 1914, al comienzo de la Primera Guerra Mundial, los soldados en las trincheras en el frente de Flandes dejaron sus rifles y cascos y cantaron “Noche de Paz”, entre otros villancicos.
La Navidad puede ser la época más obvia del año para rastrear las raíces de “Noche de Paz” y disfrutar de las festividades en Salzburgo, una ciudad rica en cultura e historia musical, vinculada a Mozart y a los Cantantes de la Familia von Trapp, que inspiraron la película “El sonido de la música”.
Según Leo Bauernberger, director ejecutivo de la Junta de Turismo del Estado de Salzburgo, se espera que haya más de un millón de visitantes durante el aniversario, aunque muchos de los sitios relacionados con el villancico están abiertos todo el año.
“Por mucho que ‘Noche de Paz’ tenga sus raíces en nuestra región, nos ha costado mucho crear conciencia y orgullo en este tesoro cultural único”, dijo Bauernberger.
“El aniversario es, por lo tanto, la ocasión perfecta para dar a conocer el origen de la canción a todo el mundo”.
Aunque el rastro de los hombres que crearon la canción se puede seguir en varias aldeas donde vivían o trabajaban, los orígenes de la obra realmente se encuentran en Oberndorf, una pequeña ciudad a orillas del río Salzach, unos 20 km al norte de Salzburgo.
En la Nochebuena de 1818, Mohr, recién llegado a la nueva parroquia de San Nicolás, le pidió a su amigo Gruber que compusiera una melodía para un poema que el mismo había escrito dos años antes.
Feliz con el resultado, Mohr incluyó la canción en una breve ceremonia después de la misa de Navidad esa misma noche.
Mohr aportó su voz de tenor y tocó la guitarra, mientras Gruber se encargaba de la parte grave de la melodía ante una congregación formada por constructores de barcos, trabajadores y otras humildes profesiones.
No se conoce qué inspiró a Mohr a componer el poema. En una carta histórica de Gruber no menciona ese detalle, pero sí explica la petición que recibió de Mohr para “escribir una melodía adecuada para dos voces solistas junto con el coro y una guitarra”.
Michael Neureiter, presidente de la Silent Night Association y coeditor de un libro dedicado al famoso villancico, cree que la inspiración llegó del anhelo de que la paz perdurara después de superar las Guerras Napoleónicas, que tuvieron lugar de 1803 a 1815 y causaron muchos problemas económicos en la región.
Al mismo tiempo, Europa también experimentó en 1816 el “año sin verano”, un clima más frío de lo normal que arruinó los cultivos y desencadenó una hambruna.
No se tiene constancia de si a los habitantes de Oberndorf les gustó la canción y tampoco se sabe si el villancico fue interpretado durante las Navidades posteriores.
“No sabemos cómo reaccionó la gente”, dijo Neureiter, que tiene un vínculo especial con el compositor de la canción: creció en la casa de Hallein, donde Gruber pasó los últimos años de su vida, persiguiendo su pasión por la música.
La casa ahora es un museo cuya colección incluye la guitarra de Mohr y documentos escritos a mano sobre la autoría de la canción. La tumba de Gruber se encuentra frente al edificio.
Cantando desde 1953
La iglesia original en Oberndorf ya no existe, fue arrasada a principios del siglo XX después de que una de las frecuentes inundaciones dañara la estructura.
Alrededor de 1930 se construyó una capilla conmemorativa en su lugar, y aquí es donde a las 17 horas se reúne el coro para cantar cada víspera de Navidad.
Así ha sido desde 1953.
La vicaría original junto a la capilla alberga el Museo Silent Night de Oberndorf, que relata la historia de la canción en el contexto de la época en que fue creada.
En la víspera de Navidad de 1818, la paz había llegado a Oberndorf después del final de las Guerras Napoleónicas.
Y luchando por volver a la normalidad de lo cotidiano, los habitantes tuvieron que asimilar las nuevas fronteras políticas y aprovechar el comercio de sal, que fue la columna vertebral de la economía de la región.
Inspiración
Mohr escribió el poema mientras ejercía como sacerdote asistente en un pueblo cercano, Mariapfarr, que también alberga un museo sobre el villancico y que es digno de mención porque tiene un belén viviente compuesto por 100 figurillas que datan de 1750.
Esas figurillas todavía se usaban cuando Mohr trabajaba en la aldea.
Se cree que una pintura de la iglesia, la adoración de los tres reyes al niño, que representa la visita de los Reyes Magos después del nacimiento de Jesús, puede haber inspirado algunas líneas del poema de Mohr.
En particular el verso que dice: “Niño santo, tan tierno y suave”, que evoca el bebé rubio de pelo rizado que aparece en la pintura.
Cualquiera que sea la verdadera historia detrás del poema de Mohr, la melodía simple y el mensaje de paz resonaron en aquellos que lo escucharon, y el viaje de “Noche de Paz” alrededor del mundo comenzó lentamente.
Así se extendió la canción
Unos años después de esa primera actuación, un hombre que vino a reparar el órgano en la capilla de Oberndorf se llevó una copia de la partitura de Silent Night.
La canción llegó a otra aldea, Tirol, unos 165 km al sudoeste de Oberndorf, donde las familias agrícolas locales pasaron el invierno vendiendo sus productos en mercados y ferias.
A veces cantaban canciones populares locales para llamar la atención sobre sus productos.
Con el tiempo, algunas de estas familias se hicieron famosas como cantantes de folk, especialmente las familias Rainer y Strasser, que actuaron en Alemania así como en otras partes de Europa y Rusia.
Los misioneros y los inmigrantes alemanes también extendieron el alcance de la canción a Reino Unido, Estados Unidos y más allá.
Fuente: El Observador
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